miércoles, junio 24, 2009

cuento japonés

Erase una vez un samurai que fue a casa de un pescador a pedirle la renta anual.
El pescador dijo: "Este ha sido un mal año, no tengo el dinero de la renta"
El samurai enfurecido saco la katana para matarle allí mismo cuando el pescador pensando rápido dijo "Estoy estudiando artes marcialies y mi sensei dice que no hay que actuar dejandose llevar por la emoción del momento"
El samurai pensando, bajó lentamente la katana: "Es cierto, mi sensei también solía decr eso. Este año te lo permito pero si el año que viene no pagas la renta de estos dos años, te mataré, te lo aseguro".

El samurai volvió más tarde de lo acostumbrado a casa. Echando un vistazo al dormitorio vió que su mujer estaba acostada al lado de otro samurai. Sacó la espada para matar a ambos cuando recordó las palabras del pescador "no hay que actuar dejandose llevar por la emoción del momento". Decidió no matar inmediatamente.
Encenció la luz y despertó a ambos. El otro samurai era la madre del samurai que vivía con la pareja.
El samurai dijo: "Qué narices significa esto, casi os mato a ambos!"
La mujer dijo: "se hizo tarde y teníamos miedo de los ladrones asi que le puse a tu madre el traje de samurai para que creyeran que dormías a mi lado"

Al año siguiente el pescador le dijo al samurai "Este ha sido un buen año, tengo dinero para pagar la renta e incluso intereses".
El samurai le respondió: "Guardate tu dinero, ya hace tiempo que me pagaste esa deuda".

4 comentarios:

Anacondo dijo...

Ahí, ahí... violencia desmedida con moraleja! xD

El gincho dijo...

la realidad sería totalmente diferente, la historia acabaría con tres cadaveres y el samurai con 2 propiedades y haciendo negocio...

Anacondo dijo...

No, que va. La realidad sería mucho más cruda. Acabaría con 4 cadáveres, pues el samurái se haría el seppuku, y 2 propiedades okupadas por hippies.

El gincho dijo...

XDDDDDDDD